Para tener éxito en afiliados es indispensable trabajar con buenos programas. Me lo habrás leído a mi (en este blog, en mi ebook…) y a cualquier otra persona que hable sobre la afiliación. Es de cajón. Por muy bien que hagamos nuestro trabajo si nuestros programas no cumplen (mala usabilidad, página lenta y/o poco confiable, precios altos…) no hay nada que hacer.
Hace pocos días me ha ocurrido algo con lo que todo rentabilizador sueña. Tener un programa que no funciona bien, cambiarlo por otro… ¡y que los ingresos se disparen sin necesidad de realizar más cambios!
El caso es que yo tenía un programa que antaño me había funcionado bien, pero mes a mes iba bajando sus prestaciones. Hasta el punto de que en Noviembre de 2013 tocó fondo tras generar únicamente el 16% de lo que había acumulado el mismo mes en 2012. Algo raro pasaba porque el resto de programas, con sus subidas y bajadas normales, funcionaban de manera bastante similar a como lo hacían 365 días antes.
Teniendo en cuenta que las condiciones del programa (comisión, cookie time…) no habían cambiado, ¿qué era lo que estaba ocurriendo? ¿Problemas con el tracking? ¿La API había dejado de ofrecer resultados ajustados a los textos de mi web? ¿Menos ofertas especiales? ¿Sus precios eran menos competitivos? Escribí a la persona encargada del programa para preguntarle si notaban alguna anomalía y me respondió que no. Lo hice fundamentalmente confiando en que fuera algún problema técnico, porque sabía que no me iba a decir «ya no vendemos tanto como hace un año, antes éramos líderes en nuestro sector pero a día de hoy la competencia se nos ha comido».
Como siempre digo, no regalo el espacio en mis webs. Por tanto tenía 2 opciones, o buscaba una alternativa para él o simplemente lo suprimía. Como mejor era lo primero, me puse a investigar en foros sobre los productos que yo quería vender. ¿Donde estaba comprando ahora la gente? Apenas se hablaba ya de la empresa que tenía el programa que ya no me funcionaba a mi. Ahora se hacía sobre todo de otra… ¡que además tenía su programa de afiliación en la misma compañía que el programa que estaba a punto de suprimir! Por tanto, solo tenía que pedir ser aceptado en él y cambiar 4 datos para que en mi web la API empezará a volcar datos de esta nueva compañía.
Y así lo hice, con los siguientes resultados:

He puesto los datos de 3 semanas diferentes. La primera es Febrero, mes a partir del cual el programa 1 empezó a empeorar sus resultados. Las otras 2 son la última semana en la que operé con el programa 1 y la primera con el que lo hice ya con el nuevo programa.
¡Resultados espectaculares! Únicamente cambiando un programa por otro, con cantidades de tráfico en mi web muy similares. Sus ofertas mucho más atractivas subieron el número de clics, el CR (número de ventas por cada 100 visitas envidas) y el EPC (dinero ganado cada 100 visitas) que son las variables más aconsejables de estudiar para concluir sin un programa es rentable o no. Obviamente en la gran subida del EPC fue clave, además de la subida de CR, que la comisión de este nuevo programa es el doble (8% en lugar del 4%).
Creo que con este caso real queda demostrada la necesidad de tener buenos programas de afiliación para poder alcanzar el éxito. Y otra cosa, los programas que hoy funcionan bien mañana pueden no hacerlo ya que el mercado se mueve a toda velocidad, no solo para nosotros los pequeños webmasters, para todos.
Medir y analizar constantemente es clave en este negocio… y posiblemente en todos. ¿No crees?
Buen post Luis. Hay que estar continuamente reinventándose…