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Mago More, el Tim Ferriss español

Si hay un libro que me haya cambiado los esquemas en los últimos años este ha sido «La semana laboral de 4 horas». Una sensación parecida he tenido al leer «Superpoderes Del Éxito Para Gente Normal». Es más, he llegado a considerar a su autor (Mago More) el Ferriss español ya que comparten consejos de productividad (80/20, Ley de Parkinson, trabajo en tandas…), filosofía de vida (es más importante el tiempo que el dinero)…

¿Cómo llegue hasta él? Primero escuché una entrevista al Mago More hablando de su libro en Radio Fitness Revolucionario en la que me pareció un tipo muy interesante. Fui a Amazon.es y vi que el libro, tras más de 100 opiniones, tenía una valoración media de ¡5 estrellas! Además me enteré de el beneficio del libro estaba destinado íntegramente a causas benéficas. Tenía que comprarlo. Acerté.

El propio More dice en su libro que «escribir es un proceso de reflexión que permite interiorizar conceptos». Siguiendo su consejo voy a aprovechar el blog para destacar algunos puntos que me han gustado especialmente. 😉

Filosofía de vida

No hay bien más preciado que tu tiempo. Durante tu vida podrás conseguir dinero, pero nunca recuperarás tu tiempo. Uno de los principales arrepentimientos de la gente antes de morir -> Ojalá no hubiese trabajado tanto.

Un hábito fundamental es ver el lado positivo de las cosas. Las crisis se convierten en oportunidades… pero solo si estás atento.

En lugar de refugiarte en la impotencia, practica la resilencia (capacidad que tenemos los seres humanos para salir fortalecidos frente a las adversidades).

No hay que obsesionarse con el futuro. Cuando pase lo que tenga que pasar ya te preocuparás. Obsesionarte con el futuro te atormenta innecesariamente, porque la mayoría de las veces anticipas problemas que luego nunca suceden.

Cuando eres consciente de escuchar, te vas a dar cuenta de la cantidad de cosas que aprendes de los demás y de que te vuelves más simpático para los demás. No hay cosas que más le guste a la gente que le escuchen. Y la primera regla para escuchar es callarse.

Aunque tu risa sea forzada, afecta significativamente a tu estado de ánimo.

Gastar dinero en los demás es más beneficioso en términos de felicidad personal que gastarlo en uno mismo.

El hombre pierde su salud para ganar dinero y después pierde su dinero para recuperar su salud.

«La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante» Paulo Coelho.

Productividad

Me gusta distinguir entre mis metas o mis sueños (aquellos proyectos profesionales o personales que realmente marcan la diferencia, que hacen soñar con un futuro más atractivo, personal o profesionalmente) y el infinito.

Intentar hacer todo a la vez es el camino más rápido hacia el fracaso.

Lo siguiente justamente lo había visto en un TED 48 horas de leerlo en el libro:

Nos pasamos la vida liados y no nos paramos a pensar si estamos haciendo las cosas bien. Párate a afilar el hacha.

El pomodoro de Francesco Cirillo puede ser una gran técnica de productividad. (Puede que estés pensando que 4 pomodoros no son más 100 minutos y que eso es muy poco. Te diré que 100 minutos sin interrupciones es una auténtica barbaridad).

Revisa el mail solo 2 veces al día. A media mañana y a media tarde. Si lees el e-mail a primera hora ya has entrado en el infinito.

Siempre es mejor tener un mal método que no tenerlo.

 

Para llevar una vida plena y exitosa More también aboga por llevar unos hábitos de vida saludables (ejercicio, nutrición, dormir bien y meditación) que desarrolla en diferentes e interesantes capítulos. Una recomendación de More respecto a esto: Intenta hacer tus hábitos nada más levantarte. Es el mejor momento del día, tienes tu fuerza de voluntad a tope.

A día de hoy no puedo decir que este libro me haya cambiado la vida… pero tiene potencial para hacerlo. De momento estoy empezando a trabajar con la técnica de productividad Pomodoro y he empezado a meditar por las mañanas. ¿Te animas tu a sumar superpoderes a tu arsenal?

Daryl Morey, estadísticas y economía conductual

Daryl Morey, general manager de los Houston Rockets de la NBA, es un firme creyente en las estadísticas avanzadas aplicadas al baloncesto. Una «ciencia» muy en auge en los deportes profesionales norteamericanos tras el éxito de los Oakland Athletics de béisbol. La historia de esta revolución capitaneada por Billy Beane está perfectamente recreada en Moneyball.

El autor de Moneyball es Michael Lewis, quien en su último libro cuenta la historia de Daniel Kahneman y Amos Tversky a los que se les atribuye ser los «padres» de la economía conductual. Precisamente en uno de sus capítulos Lewis cuenta como Morey aplica el uso de las estadísticas y la economía conductual a su trabajo.

Lo que explica se puede aplicar perfectamente a los negocios en internet (en USA ya abogan porque el Moneyball se puede aplicar a cualquier industria):

  • ¿Cuál será el precio de la gasolina dentro de 10 años? La respuesta perfecta no existe, pero las estadísticas pueden ayudar a dar una respuesta que sea un poco mejor que la simple especulación.
  • Los datos ayudan a incrementar las probabilidades de predecir el futuro.
  • Busco modelos estadísticos para el baloncesto. Es lo mismo que hacen los traders de Wall Street, los responsables de las campañas a la presidencia de Estados Unidos y todas las compañías de internet que tratan de predecir que es lo que quieren comprar los consumidores.
  • Tengo poca fe en mi instinto. Creo que tengo suficientes evidencias para afirmar que mi instinto no es bueno tomando decisiones.
  • Los límites de los modelos estadísticos invitan a incluir el juicio humano dentro del proceso de decisión. Los humanos en ocasiones tenemos información no incluible dentro de los modelos.

En la parte relacionada con la economía conductual (Behavioural Economics) Morey hace hincapié en que trata de no caer en errores relacionados con los siguientes sesgos:

  • Sesgo de confirmación (confirmation bias): Tendencia a favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma las propias creencia e hipótesis. Ejemplo: Si no te gusta un jugador de baloncesto dirás que no tiene posición definida. Si te gusta es porque es un jugador polivalente.
  • Efecto dotación (endowment effect): Pedimos mucho más por desprendernos de algo que ya tenemos (pérdida) que lo que estaríamos dispuestos a pagar por adquirirlo (ganancia). Es decir, damos más valor a cosas simplemente por el hecho de ser nuestras. A esto se achaca que cueste tanto que baje el precio de los pisos.
  • Present Bias: Valorar por encima de todas las cosas el presente. Esto provoca que nuestros impulsos a corto plazo nos distraigan de nuestras metas a largo plazo. Ejemplo: Decides comenzar una dieta pero hoy te comes un pastel porque por romper un día las reglas no pasa nada. En tu cabeza en el futuro no tendrás problemas para seguir la dieta.
  • Sesgo retrospectivo (hindsight bias): Tendencia que tenemos a mirar algún resultado y asumir que era predecible todo el tiempo. Ejemplo: El portero de tu equipo de fútbol falló el domingo. El lunes todos sabíamos que tenía que el entrenador tenía que haber alineado al otro portero.
  • Sesgo de disponibilidad (availability bias): La información y los datos más aceptados, recientes, o prontamente disponibles, son seleccionados con prioridad por nuestro cerebro.

Morey, quien tuvo en Houston como mano derecha a Sam Hinkie, reconoce que estaba frustrado porque su modelo estadístico no funcionaba tan bien como él proyectaba. Al descubrir los sesgos anteriores se dio cuenta de que el problema no era solo del modelo (que también, ya que un modelo no puede predecir el futuro al 100%) sino que parte de las decisiones que tomaba en base a los resultados eran elegidas erróneamente (de forma inconsciente) por su mente.

En resumen, todos tenemos prejuicios a la hora de tomar decisiones. En los negocios las estadísticas nos pueden ayudar a tomar decisiones de una manera más eficaz pero primero debemos conocer cómo funciona nuestro cerebro al tomar decisiones y trabajar para superar las trampas cognitivas que suelen conducir a errores.

2016: Volver a sacar la cabeza

El título del post de balance del 2015 resumió bien el año: Un año complicado a nivel profesional. El de este año deja claro que las tornas han cambiado.

El año no empezó bien, pero era la esperado. Las cosas no cambian de la noche a la mañana por arte de magia. Pero en el segundo trimestre ya empecé a ver «brotes verdes». La mejora se empezó a «lanzar» después del verano hasta llegar al punto que este mes (al 99%, hasta dentro de unos días no tendré todos los datos) va a ser mi mejor mes a nivel de ingresos desde que empecé a vivir en 2010 de mis proyectos en internet.

Mentiría si dijera que el dinero es lo de menos (si no entra hay que cerrar) pero mi mayor satisfacción de mi particular reconquista es a nivel personal. Hasta 2013 mis webs crecieron a buen ritmo para en 2014 empezar una caída progresiva que se aceleró en 2015. 2015 fue un año duro, con momentos muy bajos. Me planteé «tirar la toalla» e incluso si un par de ofertas laborales que surgieron hubieron aceptado mi propuesta de incorporarme a media jornada todo podía haber cambiado. En aquellos tiempos pensé que mis éxitos anteriores habían sido fruto de la casualidad y que ahora había demasiadas empresas y particulares explotando webs y era el propio mercado el que me había dejado sin sitio. Pero perseveré, encontré un nuevo camino… y finalmente hoy escribo para decir que estoy recogiendo los frutos. No ha sido fácil, pero el trabajo duro, la comprensión de mi entorno y mi gestión de la miseria me ha dado la oportunidad de cambiar la situación.

¿Que ha cambiado? El modelo de negocio continúa siendo el mismo (mayoritariamente captar tráfico de buscadores y convertirlo en dinero a través de afiliación) pero mi enfoque ha cambiado. Podría escribir un libro hablando de mi nueva filosofía pero lo resumiré en calidad >>>>> cantidad. No es que me quiera guardar el secreto sino que ya hay mucha gente produciendo contenidos de calidad alrededor de este tema. Si alguien está interesado en saber como trabajo que se lea los post de Jose Ávila o se empapé de los videos de Romualds Fons. Ahí tiene horas de formación de primer nivel.

Esta última batalla del año la he ganado, pero la guerra solo acabará dentro (espero) de muchos años. Competidores nuevos aparecen cada mes, las modas cambian, los buscadores reajustan sus algoritmos, los usuarios buscan de diferente forma…

Para 2017 tengo muchos planes profesionales. Algunas de mis webs van a cambiar bastante. Incluso estoy valorando rehacer la web que mejor me está funcionando en la actualidad. La competencia aprieta y o apuestas fuerte (siempre con cabeza) o te sacan del mercado.

Aunque este post está centrado en el ámbito profesional, no conviene olvidar otros grandes momentos que me dejó el año como mi presencia en el Campeonato de España de Campo a través, un sorprendente Camino a Fisterra, empecé a escribir en Diario de Navarra sobre zapatillas, me convertí en webmaster/jefe de prensa del Ribera Atlético, viví una fase de ascenso a 2ª A con el CD Tudelano, chutes de energía como Ciao Pirla, 21 libros y 14 cómics leídos (los que me más me han gustado «Ser feliz en Alaska» y «Daredevil Born Again» respectivamente, a la derecha , debajo de «Soy lo que leo», hay un link con todas mis lecturas del año)… y por supuesto muchas horas compartidas con la gente a la que quiero de verdad. Ah y, mi reivindicación del 2016, horas de descanso reparador:

Momentos muy malos también hubo, pero mejor quedarse con los buenos.

Este vídeo de la temporada que volvió al Atletico de Madrid a primera resume muy bien como me siento horas antes de darle «carpetazo» al año:

Y todo sin olvidar nunca que The Journey is the Reward.

La complejidad de luchar por algo que para tu entorno no es relevante

Para conseguir algo relevante el esfuerzo no es negociable. Y aunque intento aplicar en mi vida el «Work smarter, not harder» en vez del «Hard work pays off» tengo claro que lo anterior no es debatible.

Si ya de por si es cansado luchar por tus objetivos si el entorno no acompaña el desgaste es doble. Aquí la problemática puede venir por dos vías: 1.- el entorno no te ve capacitado para lograrlo (ejemplo: búscate un trabajo más estable). 2.- el entorno no da valor a tu objetivo (ejemplo: deja de machacarte «jugando» a ser atleta).

Por muy claro que tengas que debes seguir tu camino, porque para no flaquear en determinados momentos es necesario tenerlo muy claro, «la lluvia por fina que sea cala». Si alcanzar un objetivo importante no es fácil, hacerlo contra un entorno que te pone, incluso sin ser consciente de ello, pequeñas zancadillas convierte el proceso en titánico.

Aunque creo que no soy una persona que le dé excesivo valor a las críticas de según quién (porque este es uno de los problemas: hay mucha gente que opina de todo, y de todo no se puede saber) como mínimo da rabia la reiteración del discurso «hazme caso a mí y déjate de historias».

Me molesta especialmente cuando una persona te invita «amablemente» a dejar de perseguir tu objetivo simplemente porque él no le da valor a la meta que pretendes alcanzar. Que a ellos no les compense el esfuerzo que estás invirtiendo en lograr tus objetivos no convierte en ciertos sus argumentos.

Pero este mensaje también va dirigido a mi mismo. Ojo Luis con minusvalorar los objetivos de otras personas. Porque también lo he hecho. Para mi puede no tener sentido que alguien quiera sacarse una oposición por el único motivo de tener un trabajo fijo (aunque no le entusiasme) el resto de su vida, ¿pero por eso debo juzgarlo? ¿Por qué pensamos que alguien se está equivocando? ¿Simplemente porque sus pensamientos no están alineados con los nuestros? Esto no quiere decir que no tratemos de dar nuestra opinión a quién nos lo pida pero deberíamos tener mucho cuidado con «cortar las alas» de los demás. Dejemos que cada uno viva su vida. Cambiemos pequeñas zancadillas por palmadas en la espalda (si son merecidas, adular sin motivos no creo que sea bueno para nadie).

No quiero cerrar esta reflexión sin dejar claro que soy un afortunado porque mi entorno me suele apoyar en todas mis decisiones / proyectos. No tengo ni una sola queja de lo que llamaré mi tier 1 (las personas con las que más tiempo paso), pero en ocasiones si se me han clavado pequeñas críticas de mis tier 2 y 3. Para esto viene bien escribir, para cerciorarse de que vamos en la dirección que creemos correcta y seguir yendo a por ello con una piel un poco más gruesa. Porque los «díscolos» de tu entorno es fácil que no vayan a cambiar.

Si algo te sale de dentro ve a buscarlo. Traza tu plan y ponle esfuerzo. Céntrate en tus objetivos… y no gastes energía criticando los de los demás. Si no luchas por lo que quieres no te lamentes por lo que pierdes.

[Min 0:40] Lo más importante en la vida es hacer lo que nos gusta. Contra viento y marea. Porque ellos lo que van a intentar todo el rato es quitarte el alma, robártela. Y eso cansa mucho.

¿Atravesando el valle del dolor o atrapado en la miseria?

los-canallas-del-cuarto-cuadranteCuando yo tenía 11 años mi entrenador de baloncesto tenía 16 y se llamaba Carlos Polo. Más de 20 años después, con Carlos consolidado como emprendedor / empresario de prestigio, acabo de terminar de leer su libro «Los canallas del cuarto cuadrante«. Y, sin apoyarme (o al menos intentándolo) en vínculos emocionales, tengo que decir que me ha gustado sobre todo porque me ha hecho reflexionar sobre algunos aspectos que desgranaré en este post. Mi opinión sobre el libro la podéis encontrar en Amazon.es.

De todo lo tratado en el libro 2 conceptos, que se entrelazan entre si, me han interesado especialmente. El valle del dolor por el que irremediablemente tienen que pasar el 99’99% de los proyectos antes de alcanzar el éxito y la gestión de la miseria que hay que realizar durante todo este «viaje». En los links anteriores el propio Carlos desarrolla en su blog en profundidad los conceptos.

El transcurso por el valle del dolor es obligatorio alcanzar el éxito, pero Carlos advierte que hay emprendedores que, por raro que parezca, se acaban quedando a vivir atrapados en la miseria. En la mayoría de las ocasiones por falta de valentía para asumir el fracaso y cerrar.

A veces tengo la sensación de que, en mi autoempleo, soy uno de los que se ha quedado a vivir en los últimos tiempos en la zona de miseria. La aventura se torció en el último tramo de 2014 y, aunque puedo decir que las métricas después de varios meses vuelven a lanzar señales positivas, sigo atascado.

Carlos habla de que mantenerse demasiado tiempo en la miseria es malo incluso para la sociedad porque «no se genera riqueza social -empleos, impuestos, importación, cambios en el status quo económico, etc.» y porque además dejas pasar trenes profesionales que es probable que no vuelvan. Pero, ¿cuanto tiempo es el máximo «aguantable» en el valle del dolor? ¿Cuando se está está atravesando el valle de dolor y cuando se está atrapado en la miseria? El propio Carlos en su libro reconoce haber tenido periodos de su vida atrapado en la máxima miseria (sin comprar casi ropa, perdiendo peso…)…

También comenta que para él fracasar en un proyecto empresarial es sinónimo de tirar años de carrera profesional. Yo con esto no puedo estar de acuerdo. Ya no es únicamente lo que se aprende por el camino, sino que hay que aprender a disfrutar del camino. The Journey is the Reward (La Recompensa es el Camino).

Habla de que la resilencia emprendedora puede llegar a ser contraproducente. Es obvio que si vas hacia un acantilado y pisas el acelerador lo único que estarás haciendo es acelerar el fracaso pero, volviendo a una de los temas anteriores, si vives en la miseria iterando tu producto (no sentado de brazos cruzados esperando simplemente que el viento de tu mercado sople a tu favor), ¿no estás atravesando el valle del dolor a la vez que te aproximas al éxito?

Hay que matizar que Carlos divide los negocios en 4 cuadrantes y el libro está centrado en uno (el cuarto) en el que yo no trabajo, y puede que aquí radique la clave de mis puntos de vista diferentes. Pero al final probablemente, como suele ocurrir casi siempre, los grises dominen sobre el blanco y el negro.

Por cierto, si me lee algún familiar o amigo especificar, para su tranquilidad, que no vivo literalmente en la miseria. Aunque el negocio ha bajado bastante en el último año me da para vivir en Madrid (¿la ciudad más cara de España?), aunque sin excesos. Más que miseria en lo que yo pienso es en el cese de lucro (otro concepto del que habla Carlos a lo largo de su libro) que no es ni más ni menos que pensar que trabajando para terceros estaría ganando (¿bastante?) más dinero. Pero, al menos de momento, sigo adelante con mi aventura bajo el prisma de que sigo siendo rico (precisamente, hoy viernes, en cuanto lance este post salgo para Francia a ver un año más el Tour sin que mi jefe me haya puesto impedimentos 😉 ). Aunque como todos, a veces dudo de si estaré haciendo lo correcto.

Quizás me haya acostumbrado a vivir en la miseria y simplemente no me atreva a dar carpetazo a mi autoempleo. Por eso os me ha gustado «Los canallas del cuarto cuadrante», porque me ha hecho reflexionar sobre muchas cosas. #AlwaysInBeta.

Aprendiendo del villano de la NBA: Sam Hinkie

La semana pasada Sam Hinkie presentó su renuncia como general manager de los Philadephia 76ers de la NBA. Lo que para muchos ha sido sorprendente es que después de 3 temporadas de resultados muy pobres dimitió él, no fue despedido (aunque realmente le abrieron la puerta colocándole un jefe cuando hasta ese momento era él el máximo responsable de su parcela).

Su plan se basó en sacrificar todo el corto plazo en favor del largo. A pesar de los malos resultados había gente que apreciaba el trabajo de Hinkie. Pero otros muchos celebraron la salida de un dirigente que incluso para la propia NBA se había convertido en uno de los «villanos» de la competición.

Para presentar su renuncia escribió a los inversores de los 76ers una más que interesante carta de 13 páginas que se ha acabado filtrando a la prensa. Recomiendo su lectura. Hay varios puntos extrapolables a cualquier apecto de la vida. Por ejemplo:

  • Para ser exitoso en una liga con 30 competidores intensos es necesario encontrar nuevas y mejores formas de resolver los diferentes desafíos. El problema es que en el corto plazo no se suele traducir en progreso la inversión en innovación. Abraham Lincoln dijo «dame 6 horas para cortar un árbol y las 4 primeras las pasaré afilando el hacha«.
  • Hay que divorciar el proceso del resultado. Se puede haber hecho algo de forma correcta por las razones equivocadas. Y ser (inmerecidamente) agasajado por ello. También uno puede equivocarse habiendo tenido en cuenta las razones correctas.
  • «Hay algunos requisitos previos para inventar … Hay que estar dispuesto a fracasar. A pensar a largo plazo. A ser mal interpretado por largos períodos de tiempo«. Jeff Bezos.
  • Para innovar se requiere una exploración real. Una búsqueda persistente de probar (y fallar) para seguir hacia adelante con una nueva herramienta, una nueva técnica, una nueva visión. Por desgracia la primera innovación a menudo ni siquiera es del todo útil, pero puede proporcionar el camino a seguir.
  • «Si Amazon tiene un buen trimestre es debido al trabajo que 3, 4, 5 años atrás, no por lo hecho ese trimestre.» Jeff Bezos. Golden State Warriors fue campeón de la NBA en 2015, pero adquirió a sus jugadores claves en 2009 (Stephen Curry), 2011 (Klay Thompson) y 2012 (Draymond Green). Pregunta qué equipo quiere a un Kevin Garnett en su prime y todos te dirán que ellos. ¿Pero quién hizo el trabajo previo los tres o cuatro años anteriores para estar preparado para aprovechar una oportunidad así? Prácticamente solo los Boston Celtics. Peter Holt, CEO de San Antonio Spurs, dijo después de firmar LaMarcus Aldridge :»Nuestro general manager (R. C. Buford) vino con el plan de fichar a LaMarcus hace tres o cuatro años. Hemos trabajado en ello durante todo este tiempo para poder conseguirlo.»
  • Si quieres tener un éxito tienes que estar, con frecuencia, dispuesto a hacer algo diferente de la manada. «Hay que salirse del consenso estando en lo correcto». Howard Marks. Hay que encontrar alguna manera de tener un punto de vista diferenciado de las masas. Y tiene que ser correcto. Si falla una de las dos premisas el objetivo no se cumplirá. Pero es difícil emocional e intelectualmente. «En general es mucho más cómodo tener la gente de acuerdo contigo.» Seth Klarman.
  • Desarrollar puntos de vista contrarios requiere pensar diferente. ¿Qué jugador está más infravalorado? Contrátalo para tu equipo. ¿Qué axioma de baloncesto es más probable que no sea verdad? Haz lo contrario. ¿Cuáles son los sumideros de energía de su organización? Elimínalos. Deja de esperar que ocurran cosas buenas y desarrolla una estrategia para que las cosas sucedan.
  • Hay que ser capaz de tolerar la incertidumbre. Puede ser muy difícil, especialmente cuando las apuestas son altas. Pero es fundamental para la toma de decisiones racionales en el largo plazo. Todos estamos tentados a simplificar algo cuando es difícil pensar, simplemente para sacar la idea de nuestra cabeza catalogándola de imposible. En algunas decisiones las incertidumbres son salvajes. En esas situaciones hay que encontrar una manera de conseguir estar cómodo con esa variedad de resultados. Si no puedes vivir con ello estás condenado a tener en tu vida muchas menos opciones para elegir (lo que conduce a largo plazo a menos y menos resultados).

Habrá gustado más o menos la gestión de Hinkie, pero para mi es irrefutable que de su carta se puede aprender mucho.

Que nadie te diga que no se puede

  • Arvydas Sabonis fue MVP de la Euroliga con 39 años
  • Jo Pavey, con 40 años y siendo madre de 2 hijos, se proclamó Campeona de Europa atletismo absoluto 10.000 m.l. en Zurich 2014. Con 42 fue 5ª en el 10.000 del Europeo de Amsterdam 2016.
  • Charles Bradley sacó sus primer disco a las 62 años. Los medios especializados estadounidenses lo calificaron como uno de los mejores discos del año 2011.
  • Chisco Olascoaga fundó Entel a los 62 años. En un cuatrienio su empresa pasó de 4 empleados a más de 900.
  • Harland Sanders creó KFC a los 65 años
  • Manuel Carmena se convirtió en alcaldesa de Madrid con 71 años.
  • El ajedrecista Viktor Korchnoi cuando tenía 73 años derrotó al prodigioso niño de 14 años y futuro Campeón del Mundo Magnus Carlsen (sirva de referencia que muchos analistas predijeron la caída del juego de Kasparov cuando el ruso superó la treintena debido a que sus principales adversarios eran mucho más jóvenes que él).
  • Carlos Soria coronó con 77 años el Annapurna (8.091 metros).
  • Pepe Laso con 81 años se mudó a Mallorca para ser asesor deportivo del cuerpo técnico del Palmer Alma Mediterránea de la 2ª división del baloncesto español. Acudía a cada sesión de un equipo que entrenaba 2 veces al día.
  • Raymonde Sullivan celebró sus 100 años lanzándose en paracaídas.

Korchnoi vs Carlsen

Un año complicado a nivel profesional

Como webmaster independiente / autoempleado / emprendedor / llámalo como quieras me costó arrancar, viví unos buenos años para después (en 2014) iniciar una lenta caída que se ha acentuado de forma significativa en 2015.

Me veo en una situación algo similar a 2011. No tan extrema (a corto plazo todavía no me planteo buscar trabajo) pero si en una zozobra parecida.

En estos momentos en mi portafolio de proyectos hay de todo. Entre las webs que me han dado de comer estos últimos años hay una que cae (y aquí radica el problema, que cae la principal pata de mis ingresos) y otras dos que se mantienen muy dignamente (incluso mejor de lo esperado).

En 2015 he lanzado 2 nuevas. Una esta Navidad me ha dado importantes alegrías y la otra promete buenas noticias (de momento apenas ingresos, ya que únicamente tiene un trimestre de vida). Sois el futuro. Confío en vosotras. No me falléis. 😉

Parece que de verdad estoy de nuevo en 2011. Entonces escribí cosas como «Muchas horas, mucho “comecocos”, mucha incertidumbre…» algo que a día de hoy se ha vuelto a instalar en mi día a día aunque posiblemente en dosis menos acentuadas gracias a la experiencia adquirida en estas lides.

También escribí «Quiero pensar que si sigo empujando seguiré mejorando hasta alcanzar mis objetivos». Y 12 meses… ¡Objetivo cumplido! Conozco el camino, lo hice una vez, ¿por qué no iba a conseguirlo de nuevo?

Ok, hay (mucha) mas competencia que en 2011… pero yo tengo 5 años más de conocimientos. Y muchos de ellos de los de prueba y error, que son los mejores.

2015 no ha sido el mejor año profesionalmente. Pero dejó grandes momentos a nivel personal. Un nuevo Tour de Francia, otro Sonorama, una semana por el sur de Francia, bodas de algunos de mis mejores amigos, triunfos en carreras, conciertos apoteósicos, libros que me engancharon al máximo, mi salida de Facebook… Y sobre todo, lo más importante: conté con salud para disfrutar del camino.

¡A por el 2016!

 

Un cierre de 2015 para el recuerdo

Aunque este no es un lugar para contar mis batallitas como atleta, en ocasiones hago pequeñas excepciones. Cosas de los blogs personales.

Creo que la ocasión lo merece, ya que el pasado 2015 lo cerré haciendo lo que todo corredor sueña: ganar una San Silvestre. Obviamente no vencí una prueba de tanto nivel como la conocidísima San Silvestre Vallecana, pero me impuse en la de mi pueblo. Algo muy especial para mi teniendo en cuenta que llevo en torno a 25 años cerrando el año disputando la prueba.

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Multitudinaria a su nivel gracias a los más de 2.000 participantes que se pusieron el dorsal para despedir 2015 corriendo. Caótica también por la estrechez de la salida y las tapones de corredores doblados que me obligaron a tener que pararme en el tramo final a pesar de ir acompañado por la moto que abría carrera.

En este blog pueden encontrarse datos que demuestran la importancia que esta prueba tiene para mi. Por ejemplo cuando hacía públicos a través de este blog mis objetivos personales para cada año en 2010 entre ellos estaba clasificarme en la prueba entre los 15 primeros. No lo conseguí.

Otra muestra. Cuando gané mi primera Vuelta a la Mejana en 2014 reconocí que a mi entorno les había comentado que ganar una de las principales carreras de Tudela era mi máxima ilusión. Con la victoria en la Mejana creí haber alcanzado mi techo. Pero en 2015 he podido vencer en las 3. Primero repetí triunfo en la Vuelta a la Mejana, hace mes y medio vencí Amimet y finalmente la tarde de Noche Vieja me impuse en la San Silvestre Tudelana. Si me lo hubieran dicho hace no tanto no me lo hubiera creído.

El objetivo de este post no es hinchar mi ego. Simplemente quiero reflexionar sobre lo conseguido a través de la escritura. Porque muchas veces vamos (voy) por la vida demasiado deprisa y no nos paramos (me paro) a saborear las pequeñas victorias.

Pero siempre sin olvidar que la vida sube y baja. A todos los niveles. En el atletismo ahora estoy arriba pero llegarán periodos de mayor zozobra. Entonces será el momento de no bajar los brazos y seguir en la lucha. Y esperar que vuelva a soplar el viento a favor.

Mi sueño como corredor era ganar una popular en mi pueblo. He ganado las 3 que llevan décadas celebrándose, las que corría de pequeño cuando ni me planteaba formar parte de un club de atletismo.

Creo que me he ganado parar un momento a saborearlo. Porque detrás de estas victorias hay mucho trabajo (de los 365 días de 2015 entrené 317). Y mucho apoyo de mi entorno. La paciencia de mi novia para aguantar que no puedo salir el sábado por la noche porque al día siguiente compito o tengo que entrenar fuerte, la de mis padres cuando estoy en su casa para adaptarse a comer pronto porque por la tarde quiero entrenar con luz solar, la de mis amigos que me llevan a competir en pruebas que muchas veces salen mal o la de el club al que llevo 3 años perteneciendo que siempre me ha tratado genial.

Como dije que en mi post anterior sobre correr, el esfuerzo (mío y de mi entorno) ha tenido recompensa.

Pero tampoco es momento de caer en la autocomplacencia. Los campeonatos navarros de campo a través ya están casi aquí, y desde agosto son el principal objetivo de mi campaña invernal atlética. ¡Voy a por ellos con las pilas 100% cargadas tras este cierre de 2015 para el recuerdo!

Foto: Jose Miguel Elizondo Ostivar.

Por qué he abandonado Facebook

Poadios-facebookr fin, he dado el paso. Llevaba tiempo pensando abandonar Facebook, pero fin lo he hecho. Este artículo me dio el empujón, aunque tenía otros muchos motivos para hacerlo. Comparto a continuación algunas de mis motivaciones para abandonar el universo Zuckerberg:

Pérdida de tiempo. Hay que eliminar el ruido y centrarse en lo importante. Reconozcámoslo, la mayor parte del tiempo que se pasa en Facebook es cotilleando la vida de terceros. Aldraguear siempre lo vamos a hacer, pero prefiero hacerlo en el mundo real. Prefiero no quemar mis ojos delante de la pantalla con esta actividad.

– Cada vez me gusta más ser anónimo en lo referente a mi vida personal. E intuyo que no soy el único. ¿Si no por qué cada vez más hay más usuarios en Facebook que no usan su nombre real (yo en mi última etapa era Iam Luis)? Para mi carrera profesional manejaré LuisClausin.com y mi cuenta de Twitter.

– Recientemente escuché a un psicólogo decir que las redes sociales estaban generando cada vez más personas infelices. Los triunfos gusta mucho pregonarlos en el muro personal, pero lo fracasos o simplemente las tareas aburridas (lavar los platos, etc.) no. Muchas veces Facebook parece una reunión en la que solo se admiten triunfadores.

– Yo mismo he caído en lo anterior (anunciar que he ganado una carrera de barrio por ejemplo) y luego me he sentido culpable. No me compensa.

– Facebook ya solo muestra en torno al 10% de las publicaciones a las que me he suscrito. Eso si, publicidad segmentada toda.

– Lo anterior me alienta como webmaster a que los canales de mis webs en Facebook estén medio abandonados… Aún así mis canales en Facebook los mantengo… que nunca hay que cerrar este tipo de puertas en lo profesional.

¿Solo a mi me parece hiper abusivo que únicamente por subir una foto a Facebook la red social se quede con los derechos de la misma? La broma de mis derechos de imagen los tiene Facebook es divertida, pero si lo piensas un poco ya no lo es tanto…

– Me ahorro tener que aguantar cosas como no me has aceptado como amigo en Facebook, solo escribes sobre tus carreras, no me etiquetes en las fotos que salgo mal…

– La locura multicanal. Unos te contactan por Facebook, otros por Twitter, correo electrónico, móvil, WhatsApp… En este sentido me parece bastante cuerdo cerrar un canal.

– Que se me agregara a Facebook gente que prácticamente no me saluda por la calle me desconcertaba. Otra cosa que me ahorro.

– Sinceramente, no creo que me pierda mucho. Es verdad que no todo es ruido, siempre hay cosas interesantes… pero en este mundo multicanal en el que vivimos si algo es realmente importante ya me llegará por otro lado. Seguro.

Podría seguir pero… creo que ya os hacéis una idea clara de por qué he dejado Facebook ¿no? 🙂

Fuente de la foto: ounae.com.